Siempre quiso vivir junto al mar. Ella siempre recordaba aquellos días cuando era niña, cuando sus padres la llevaban a la playa, ahí construía hermosos castillos de arena con una cubeta y una palita de plástico. Ella vivía en ésos castillos que por la mañana hacía y por la noche se los llevaba el mar. Le encantaba sentir la arena jugando con sus pies y el agua cálida mojando sus rodillas, adoraba la brisa matutina y el sonido de las olas que la arrullaba por las noches. Siempre quiso vivir junto al mar, para ver el amanecer y despedir al sol por la tarde, para broncearse, para refrescarse nadando y para comer deliciosos pescados. Siempre quiso vivir junto al mar, por eso hoy, que se ha ganado la lotería, lo primero que hará será... comprarse una casa junto al mar.
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