- ¿Estrenando?, me dijo con esa sonrisa tan encantadora que tiene.
+ No, Belrosita. Nos echamos a reír.
La verdad es que me distraje un poco admirándolo, sin poner mucha atención a su plática. Si hubiera sabido lo divertido que era, hubiera hecho que me lo presentaran desde el día que nació. Sí, era un buen tipo, pero esta vez estaba decidida a seguir los buenos consejos de mi hermana "no existe el hombre perfecto, no idealices a los hombres, porque luego te decepcionan". Así que comencé a buscarle defectos y no le encontré ninguno, hasta que de repente sacó un cigarro.
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