martes, 3 de abril de 2012

Me gusta, pero...

Había una vez un chico que me presentaron en la oficina con el que quedé de salir para ir a un bar que acaban de abrir en la Condesa. Entonces después de las horas de menjurjes, agua y jabón, me vi por última vez en el espejo y salí a recibirlo a mi puerta.
- ¿Estrenando?, me dijo con esa sonrisa tan encantadora que tiene.
+ No, Belrosita. Nos echamos a reír.
 La verdad es que me distraje un poco admirándolo, sin poner mucha atención a su plática. Si hubiera sabido lo divertido que era, hubiera hecho que me lo presentaran desde el día que nació. Sí, era un buen tipo, pero esta vez estaba decidida a seguir los buenos consejos de mi hermana "no existe el hombre perfecto, no idealices a los hombres, porque luego te decepcionan". Así que comencé a buscarle defectos y no le encontré ninguno, hasta que de repente sacó un cigarro.

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