lunes, 30 de abril de 2012

Mesa para dos.

Y así fue como, que sin querer,
se nos hizo tarde,
que nos bebimos un café juntos,
y las horas se hacían segundos,
cuando las tazas de bebida caliente se consumieron, 
nos alejamos de la mano.

¿A poco no te encanta cuando tomamos un café juntos?.

domingo, 29 de abril de 2012

Puerta.

Baja corriendo las escaleras para alcanzar al autobús que pasa como si sólo la estuviera esperando a ella. Mira su reloj que marcan las ocho y sus compañeros como siempre, deben ya estar en el mismo bar al que van cada viernes. Sube rápidamente tras oír el rechinido de las escaleras de su edificio, abre la puerta lentamente después de haber buscado en el fondo de su bolsa una y otra vez las llaves. Por eso es que tiene tantos llaveros, porque nunca puede encontrar las llaves. Cuando por fin logra abrir la puerta, avienta la bolsa y el abrigo en el sillón. Suena el teléfono. 

sábado, 28 de abril de 2012

Reloj.

Hay momentos en que me siento así, cuando te vas, cuando me dejas una bolsa llena de lágrimas entre ambos pulmones. Cuando se siente rabia, tristeza. Llena de recuerdos, llena de anhelos y con la cautela de llamarte si me haces falta. Y se siente el vacío y la cama se enfría de tu lado y se llena de recuerdos que pestañean sobre mi memoria.
Pero ya da igual, tú te has ido, no parece importarte nada y los minutos pasan en mi reloj.
Pero es que hasta los más enamorados tenemos un reloj de orgullo, tenlo presente.

viernes, 27 de abril de 2012

Días brillantes.

- ¿A poco te gusta este tipo de clima?
+ Más o menos, no me gustan los días de mucho sol.
- Claro, son muy brillantes, tú brillas mucho más.

jueves, 26 de abril de 2012

Buenos modales.

Me habló intempestivamente para invitarme al entierro de su abuelo. Después de tanto tiempo, teníamos una relación de amigos, de vecinos y de compañeros de juego. Cuando llegamos al entierro no me quise acercar a ver al abuelito que yacía ahí postrado, yo sólo dejé un manojo de flores junto a los demás ramos que estaban en una rinconcito del pequeño velatorio. 
- Me dijo mi tía Lola que está muy sentida contigo, que después de mucho tiempo de no verte, dice que no la saludaste. Sabes que te aprecia.
- ¿Qué?, dije con cara de extrañeza y salté a mi defensa. Dije buenas tardes cuando llegué, no quería interrumpir su rezo, a lo mejor no me escuchó. 
- Deberías ir a visitarla un día de estos, se siente muy sola y desde que dejaste de visitarla, su alacena aún tiene mucho café.

miércoles, 25 de abril de 2012

No disponible.

Nunca abro la puerta. Nunca hablo con desconocidos. Nunca contesto el teléfono y ni siquiera sé porque tengo uno. A lo mejor para llamar a alguien cuando lo necesito. Soy un poco egoísta e imposible de localizar cuando me necesitan y me disculpo, a veces no es mi intención, lo juro. Como que en estos últimos días que han surgido nuevos proyectos, trabajos y amigos entrañables, me he propuesto contestar, ahora sí, hasta que veo veinte llamadas perdidas y diez mensajes nuevos. Pero luego viene el detalle de la batería, como no lo uso y jamás lo tengo cerca, olvido recargarlo y cuando voy a salir, no tengo pila y por eso no lo llevo. A veces sí, se queda en el fondo de la bolsa en modo silencio y adiós invitación para salir de fiesta este viernes. El número que usted marcó no está disponible o se encuentra fuera del área de servicio. 

martes, 24 de abril de 2012

Que hablen mal de mí.

Déjalos que hablen mal de mí, que se burlen, que digan lo que quieran. Que hablen a mis espaldas, que susurren, que me miren de arriba a abajo. Tú y yo sabemos que nada es cierto, que envidia es lo que tienen, que no importa. Que al final, nuestra mejor arma es siempre una sonrisa.

lunes, 23 de abril de 2012

Lluvia.

Fue como si las nubes de repente se juntaran todas, grises y grandes sobre mi cabeza. No podía escapar, nada más que seguir caminando, no corriendo, porque si corres te mojas más. Aunque los charcos empaparan mis zapatos y aunque el agua hiciera un rechinido en mi caminar, iba a seguir caminando. Sin paraguas y con ropa de verano de cualquier forma había que continuar. Como si la lluvia no estuviera, pero era obvio que no podía fingir que había un sol. Hasta que después de tanto caminar, por fin apareció en el horizonte la sequedad.

domingo, 22 de abril de 2012

Secretos.

Y decían que las mujeres no sabemos guardar secretos, y decían que corremos con el chisme cada que podemos. Pero es cierto que sí podemos, sino ¿cómo es que vemos tantos sueños rotos y tantos amores anónimos?. Las mujeres sí sabemos guardar secretos... ¿a poco tú sabes que me sigo muriendo por tus besos?.

sábado, 21 de abril de 2012

Norte y Sur.

37°C decía el pronóstico del tiempo. Le sudaban las axilas, le sudaba la frente, le sudaba la espalda. El ventilador estaba a todo lo que daba y apenas si refrescaba un poco. Las puertas y ventanas abiertas dejaban correr un resquicio de frescura y el abanico aireaba su cara. Leía el periódico con la cotidianidad mientras los hielos de su vaso hacían exhalar en el vidrio, pequeñas gotas de agua que escurría hasta la superficie de la mesa. Se escuchaba el rumor del ruido de la pequeña ciudad y los gritos de los vendedores ambulantes. Las noticias eran las mismas de siempre y A. reía con las caricaturas de los políticos. Mentiras y verdades se asomaban entre las hojas cargadas de tinta y el sonido del ventilador irrumpía en sus oídos de vez en cuando, mientras pensaba qué hubiera sido de él si en vez de ir al Norte hubiera ido al Sur.

viernes, 20 de abril de 2012

Tercera persona.

Desde ése día aprendí a hablar en tercera persona. Que era mejor no referirse a mí misma, porque así no tendría que aceptar lo que venía. En tercera persona era otra perspectiva, alguien más, no era yo, era otra.

jueves, 19 de abril de 2012

Somos diferentes.

No. No es cierto. No he ganado la lotería. No vivo con nadie mucho mejor que tú. No estoy enamorada. Me he acostumbrado como las hojas se acostumbran al otoño. Me he acostumbrado como el hielo se acostumbra al calor. Me he acostumbrado mal, a la fuerza, sin otra opción. Yo no elegí. Tú sí. No quisiste arriesgarte. Tuviste miedo a intentarlo, porque no funcionaría. Pero yo sí. Aunque duela, así es. Tú vas y yo vengo. Y chocamos, como dos trenes en un choque frontal. Salimos volando. Te asusté al saber que yo quería lo mismo que tú. Y yo me asusté al ver que no serías capaz. Salimos volando y cada uno a otra dirección. Me estrellé contra el suelo. Y tú. A lo lejos, todo se ve distinto. Creemos ver hierba cuando es pasto artificial. Creemos ver lluvia cuando es lágrima. Creemos ver aterrizajes cuando no. No me viste caer. Yo a ti sí. Pero después de estar en el piso, abrí los ojos y me levanté. Raspones y moretones pero así fue. Y el tiempo pasa y me dices que aún te enamoro y me preguntas si soy aún la misma. No he ganado la lotería si eso es lo que querías saber.

miércoles, 18 de abril de 2012

Tú y tus múltiples tús.

A los tres, me aventabas arena en el patio de juegos de la guardería, a los cinco lloramos juntos en nuestro primer día de clases en el jardín de niños y a los siete me correteabas en el recreo porque no te quería dar de mi torta. A los doce nos fuimos a la secundaria y te juntabas con una pandillita que se burlaban de las niñas y a los diecisiete, hechos unos manojo de nervios me pediste ser tu novia. Así pasando la vida, te conocí en tus múltiples facetas, de niño, de joven, de adulto, cuando quisiste ser revolucionario, cantante de una banda de rock y hasta el ganador de un premio Nobel. Fuimos juntos a la playa, nos aventamos a la alberca y nos pusimos una borrachera. Estuve en tu fiesta de graduación y hasta saqué a pasear a tu perro cuando te dio varicela. Tú, que estuviste ahí, tú que te enojabas, tú que sonreías, tú que caminabas por la orillita y tú que usabas lentes de sol. Tú que me gritabas desde la calle, tú que no me hablabas por teléfono a mi casa porque te daba pena y tú que me enseñaste a subirme a una patineta. Tú que me compusiste una canción y tú que te revolcaste en mi colchón, tú que abrías la cortina para que te viera la vecina y tú que de chiquito rompiste un costoso jarrón. Tú que te disfrazabas de payaso y eras todo un reaccionario, tú que eras todo y estás siempre en mi corazón. Eso amaba, eso amo y eso doy. Tú y tus múltiples tús.

martes, 17 de abril de 2012

Hace mucho tiempo ya.

No lo volví a ver desde el '94. Un día de la nada me dijo que lo iban a cambiar de escuela, que su papá había conseguido un mejor puesto en la empresa donde trabajaba y que lo iban a transferir a Guadalajara. Recuerdo que jugábamos en el patio a la hora del recreo y después de nuestro sandwich, él siempre sacaba dos barras de chocolate, su mamá se las ponía en la lonchera con la consigna que una me entregara una. "Se la das a tu amiguita", decía con una sonrisilla de complicidad. 
Eramos muy buenos amigos, nos escribíamos cartas y papelitos cuando la maestra no nos veía. La verdad es que esbozo siempre una sonrisa al acordarme de cuanto amaba él a los luchadores y decía que le daba un poco de tristeza no poder jugar conmigo a eso "a las niñas no se les pega, a las niñas no te les puedes montar en la espalda, a las niñas no hay que hacerles una llave, las niñas no usan máscara, ellas sólo usan maquillaje". 
Un día se rompió el brazo, iba bajando las escaleras y fue una inevitable caída ante el resbalón donde ni las manos metió. Fui a visitarlo, después de insistirle a mi mamá hasta con lágrimas que me llevara a verlo, pero primero pasamos a la juguetería. Salimos con una pequeña bolsa que dentro llevaba un luchador con una enorme capa roja y traje azul. Cuando se lo di, se puso muy feliz y me lo agradeció con un fuerte abrazo mientras nuestras mamás se miraban sonrientes. No lo volví a a ver desde el '94 y a la fecha no sé nada de él. Una amiga me comentó que un día lo vio en la calle Madero, que estaba guapísimo y que en  traía una camiseta con el estampado de un luchador de capa roja y traje azul.

lunes, 16 de abril de 2012

Opiniones.

¿Y qué si tuviera que ir al cine sola?, ¿y qué si no tuviera nadie que me abrazara por las noches?. Esas son mis decisiones. Pero siempre es de sabios cambiar de opinión.

domingo, 15 de abril de 2012

Qué hacer con las ganas.

¿Qué se le hace a las ganas de querer caminar hacia el otro lado? Combinar la rutina con una mojada de lluvia de vez en cuando, hablar sola en la regadera o caminar sin pisar la raya como juego. ¿Qué se hacen con las ganas de abrazar fuerte la almohada y fingir que estás ahí? Parafrasear las voces de otros en libros de historia, cambiar de auto, comprar en otro supermercado, cambiar de ruta para no encontrarme contigo. ¿Qué se hace con las fervientes ganas de cambiar la monotonía? De salir a buscarte, de probar otro sabor de helado, de viajar a otro lado. 

¿Qué se hacen con las ganas que duelen? Un curita en la frente, un té de hierbas y una cobija en el sofá. Se hace nada o se hace mucho. Te quedas igual o te tachan de loco, miras más allá o sigues en el rebaño. Con las ganas se teje, con las ganas al final de cuentas hay que hacer lo que hacemos todos... saciarlas de algún modo. Así que no pintaré el cabello de azul ni nadaré desnuda en el mar. Más bien hay que buscarse otros brazos, otros besos y empezar a llamarte de usted.

sábado, 14 de abril de 2012

Funerales.

Con las luces apagadas pero las persianas subidas, con los ojos cerrados pero el corazón abierto, estaba tumbada ahí en la cama, sin quererse mover, respirando rápido. Respirando profundo. Sintiendo como un hormigueo recorría su cuerpo y el tirante de su camiseta seguía abajo. La almohada suave y un vaso de agua en el buró le recordó las lágrimas que había llorado aquella noche, como cuando la lluvia era torrencial en un día de Junio, como la brisa de la tarde en la playa que le escupía en la cara. Sus ánimos eran débiles y sus labios punzantes, los huesos de su espalda se delineaban en la sábana y ella pensaba. No pedía mucho, sólo quería que él pensara en ella, de vez en cuando, a ratos. Que no pudiera evitar acordarse de ella cada vez que sonara su canción o que sonriera cada vez que se pusiera esa camiseta. Que la llamara, que la extrañara, pero sabía que no pasaría, ni hoy, ni mañana, ni siquiera la semana entrante. Aún no hay máquinas del tiempo, todavía hay muchos funerales.


viernes, 13 de abril de 2012

Manual de los sueños.

Guía para soñar en tiempos difíciles.
 
Aún en la adversidad, hay que enfrentar los miedos, quitarse las máscaras, poner los acentos. 

1. Hacer las cosas con amor. 
2. Escuchar el corazón sin desatender la razón.
3. Ignorar a los pesimistas y creer en lo imposible. 
4. Confiar en la intuición, en la sabiduría que se adquiere con la edad.
5. Se necesita creer, para eso hay que equivocarse. Pero levantarse.
6. Seguir la pasión, amarrar el corazón, dar un paso adelante.
7. Conoce tus habilidades y mejóralas, tus debilidades y trabaja para fortalecerlas.
8. Crea tu realidad, vívela, siéntela.
9. Valora a tu familia y amigos, siempre son la base. Ellos te apoyarán.
10. Juega el todo por el todo. Arriesgate.
11. Contribuye, que tus sueños sean para vivir en un mundo mejor.

jueves, 12 de abril de 2012

Paces.

Como que de cierta forma me había dado por vencida, había renunciado a cosas que antes me permitía. A mirar hacia adelante, a conocer nueva gente, a no aferrarme al pasado, a tirar las viejas fotos que me hacían daño. Me propuse darme una tregua, a mí misma y a los demás.

Vamos a hacer las paces: tú me devuelves mi corazón y yo te regreso todos tus besos.


miércoles, 11 de abril de 2012

Espero no olvidar.

No sé si hablar en primera o en tercera persona, al final de cuentas será la misma persona. Pero es que estoy indignada, molesta y miles de adjetivos así, que por respeto a ustedes no diré. Estoy enferma y cansada de ver lo que día a día pasa en este país y que nadie haga algo. Es una vergüenza. Es rapaz. Que los más ricos se enriquezcan más y los más pobres se empobrezcan más. Que nuestros dirigentes políticos quieran que cada año seamos más incultos y con menos formación no es nada nuevo, así les será más fácil conducir el rebaño. Menos mal, que siempre hay ovejas descarriadas que luchan por sus derechos.

Creo que estoy indignada. Sí, muy indignada de haber venido a un mundo así. Y, estas y muchas cosas más, son las que hacen que últimamente me despierte tres o cuatro veces por la noche. Quiero pensar que ella tiene alma revolucionaria, que si un traidor la apuñala por la espalda, no se le va a olvidar fácilmente.

martes, 10 de abril de 2012

Todo pasa con el tiempo y un ganchito.

"Porque el tiempo es buen amigo, buen amigo de verdad, porque cobra y porque paga, porque paga y porque cobra, porque quita y porque da".

lunes, 9 de abril de 2012

Yo soy de esas [3].

¿No les encanta el olor que tiene el cabello y el cuerpo después de bañarse?. Yo soy de esas que tengo frasquitos, envases, recipientes y tarros con infinidad de contenidos, brochas, cepillos y pasadores . Crema para las piernas, para antes y después de depilar, crema para los brazos, para la flacidez, para las estrías, para las manos, para los pies, para codos y rodillas, para la cara y para peinar. Perfumes, maquillaje, quitaesmalte, hairspray y desodorante. Yo soy de esas que usa miles de productos para el cuerpo. ¿A ustedes no les encanta el olor que se queda en la piel?.

domingo, 8 de abril de 2012

Preguntas.

Me pregunto si aún te acuerdas de aquellas mañanas en las que me despertaba y te veía ahí, a mi lado, mirándome fijamente. De las cosas que te contaba y las cosas que me explicabas. De un abrazo en el tren y de tu mano acoplada perfectamente a la mía. De las miradas cómplices delante de una cerveza y los besos con sonrisa incluida. De las conversaciones interminables entre las sábanas, sin ganas de levantarse, cuando preferimos quedarnos acostados en aquel hostal pequeñito de Madrid que salir a caminar por las calles frías. Y de aquella vez en que me dijiste una de las frases más bonitas que he escuchado nunca, quizá precisamente por eso, porque la habías dicho tú.

Sí, a veces te echo tanto de menos y te busco, y miro otra vez a esa persona que duerme a mi lado, con tus mismos ojos, con tus mismas manos, con tu misma sonrisa... Pero tú ya no estás ahí.

sábado, 7 de abril de 2012

Caleidoscopio.


Alguna vez le regalaron un caleidoscopio que conserva en un cajón. Cuando era niña, le encantaba mirarlo con dirección hacia el cielo porque la luz del día creaba un maravilloso espectáculo. Le gustaba girarlo lentamente para que cambiaran las disposiciones de las figuras y hacerlo girar rápido para conseguir arcoiris. Y ahora los cristales cambian de color. Primero era blanco y después azul, rosa, amarillo y verde. Así es que ha aprendido que a veces la vida se trata de mover un poco la lente para un lado o para el otro y descubre algo que antes no había visto, lo que creía terrible se vuelve pequeño y lo fantástico ya no brilla tanto.

viernes, 6 de abril de 2012

Mas bien, comenzar.

¡Por fin han llegado oficialmente los días de verano! ¡Por fin se oye el calor del día y la brisa de la noche! ¡Por fin huele a carcajadas, a tardes largas, a tranquilidad! ¡Por fin se ve desde lejos el sonido de las fiestas, el ruido de las terrazas, la canción del verano! ¡Por fin se saborean las caras felices, la piel morena, las sandalias y toallas! ¡Por fin! ¡Por fin! ¡Por fin podremos tocar, sentir, palpar la felicidad con la yema de los dedos!
¿Y por qué incluir la palabra FIN en esa expresión, si esto acaba de comenzar?.

miércoles, 4 de abril de 2012

Matando el tiempo.

Hace como una semana, estando en la sala de mi casa escuché un golpe seco en la mesa de la cocina. Esto no tendría nada de especial si no fuera porque en ese momento me encontraba sola. Lo pude notar casualmente, porque justo ese día, había olvidado poner música a todo volumen como acostumbro cuando estoy sola, haciéndolo para no molestar y para cantar hasta desgarrarme la garganta. No podía ser mi perro, volteé a buscarlo y lo vi jugueteando en el jardín. Me acerqué a la cocina con un sentimiento de extrañeza en busca del poltergeist de turno y me encontré con una escena dantesca. La cuerdita que tenía el calendario se había roto y ahora estaba tirado en el piso, bocabajo, inmóvil, claro está. ¿Se habría suicidado?, ¿mal de amores tal vez?, ¿acaso no nos soportaba y no supo como hacernos saber su malestar?. No sé, me asaltaron las dudas en aquel momento. Y digo yo, ¿de ahí vendrá la expresión “tiempo muerto”?.

martes, 3 de abril de 2012

Quote de novela.

"Dicen que te tardas la mitad del tiempo que anduviste con alguien en olvidarlo... Yo llevo 20 días. Y faltan cuatro meses y medio".

Me gusta, pero...

Había una vez un chico que me presentaron en la oficina con el que quedé de salir para ir a un bar que acaban de abrir en la Condesa. Entonces después de las horas de menjurjes, agua y jabón, me vi por última vez en el espejo y salí a recibirlo a mi puerta.
- ¿Estrenando?, me dijo con esa sonrisa tan encantadora que tiene.
+ No, Belrosita. Nos echamos a reír.
 La verdad es que me distraje un poco admirándolo, sin poner mucha atención a su plática. Si hubiera sabido lo divertido que era, hubiera hecho que me lo presentaran desde el día que nació. Sí, era un buen tipo, pero esta vez estaba decidida a seguir los buenos consejos de mi hermana "no existe el hombre perfecto, no idealices a los hombres, porque luego te decepcionan". Así que comencé a buscarle defectos y no le encontré ninguno, hasta que de repente sacó un cigarro.

lunes, 2 de abril de 2012

Yo soy de esas [2].

Yo soy de esas que siempre tienen la intención de hacer muchas cosas y luego por una u otra cosa no se hacen. Tengo una lista interminable de proyectos por realizar que la mayoría están inconclusos o en su fase de planeación. Mañana en verdad escribiré ese mail, voy a terminar por una vez en la vida los miles de crucigramas del periódico que empiezo y jamás termino, voy a terminar cueste lo que cueste "Cien años de soledad" aunque esté tan enredado, voy a ir a comprar ropa, voy a ir al gimnasio, voy a terminar la tarea, voy a cancelar mi cuenta de Facebook, voy a decirle lo que siento, voy a conseguirme un novio, voy a ir, voy a subir, voy a bajar, voy a viajar, a dormir temprano, a ordenar mi closet, voy a comprarme unos zapatos nuevos y a comer saludable. Pero ¿qué le voy a hacer? Soy la señorita incompleta.... Prometo que lo haré, sólo que aún no sé cuando.

domingo, 1 de abril de 2012

Y qué felicidad llenarte la taza.

¿Y si nos vamos a vivir a los 50's?. Yo no tendría problema en cocinar, tú te irás a trabajar, yo me quedaré a aspirar la alfombra. Lo acabo de decidir, ya sé en que ocupar mi tiempo libre. Voy a tejer, a hornear galletas y a regar el jardín. Voy a ir de compras y siempre usaré hermosos vestidos con labios color carmín. Voy a darle la bienvenida al nuevo vecino con un pastel y voy a manejar un gran auto color aqua, con mascada en la cabeza incluida para no despeinarme. Voy a usar guantes y lentes oscuros, zapatillas y cinturón. Juntos iremos al autocinema y de vacaciones a la playa, iremos de picnic y veremos televisión en blanco y negro. Cuando nos casemos, voy a ser una esposa de los 50's. Anda, vamos. Déjame inducirme la nostalgia.