domingo, 22 de enero de 2012

Dejar la luz prendida.

Tenía miedo. Se envolvió en su manta y se dispuso a leer. Como todas las noches, se arropó en la cama, dejó la luz prendida y se sentó a leer un libro de cuentos. Pasó una de sus hojas y otra más hasta que terminó de leer. Tenía miedo de mirar bajo su cama... tenía miedo de encontrar monstruos, pero más, arañas.

2 comentarios: