jueves, 10 de mayo de 2012

Coleccionando nostalgia.

Me di cuenta que aún seguía conservando aquellos recuerdos de cuando era niña, de la música que escuchaba y de las películas que veía. La vi sentada ahí mirando nuevamente ese álbum de fotografías donde se repasaba su vida, los días de sol y los días del parque, los días de amor y de tristeza. Su rostro reflejaba nostalgia, algo que la jalaba hacia al pasado y que de alguna forma no quería cambiar, quería seguir siendo aquella niña de ocho años que usaba vestido azul y zapatos de colores, quería ser la misma niña que era feliz cuando soplaba las velas del pastel y cuando rompía la piñata. Quería vivir ahí y no estar aquí, estaba anclada, atada a los recuerdos y aún sigo sin saber si va a volver.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Punto final.

Y me quedé mirando fijamente el teclado de mi computadora, como si invitara a escribir, a que lo tocara con mis pensamientos, a que le compartiera cosas. Vi la letra A borrarse poco a poco, como aquellas caricias que me habías hecho algún día, vi borrarse la S lentamente, empezando por las orillas, pero mis dedos sabían la posición, conocían los pasos que debía seguir, de la misma forma que mi mente seguía pensando de vez en cuanto en ti, como cuando nos quedamos abrazados todo el día en la cama. No quería escribir tu nombre, no quería desgastarlo como la A, ni como la S, ni como ninguna otra letra. Bajé la mirada y observé mis manos, de una u otra manera, aunque mi corazón pedía un punto seguido, mis dedos estaban presionando ya, el punto final.

martes, 8 de mayo de 2012

Café.

Y cuando llegué a la oficina, ahí estaba con su sonrisa y su café en la mano. ¿No les aburre que todos los que trabajamos en una oficina tengamos el cliché del café para despertar?, es que el agobio de las cuentas, de los miles de papales almacenados en una pila sobre la esquina del escritorio estresa, cansa, porque sabemos que está ahí cada día, que si no trabajamos para quitar un poquito aquellos folios, la montaña va a crecer y el café se va a terminar. Me senté y nos miramos, sin decir nada, como si ese secretito que tenemos entre los dos, sólo lo supiéramos él y yo y nos lo dijéramos con la  mirada cada vez que nos vemos a la cara. En la oficina nadie lo sabe, sólo esas miraditas, la sonrisa y las tazas de café.

lunes, 7 de mayo de 2012

Amigos.


Me hacías reír muchísimo y me sorprendía tu suerte de primera. Todo empezó desde que admiré tu talento, luego fuiste un compañero de trabajo, ahora un muy buen amigo. No me di cuenta, he de aceptar. Luego pienso, de pasada me acuerdo de como llegabas por detrás y me tapabas las ojos, cuando me desconectabas el monitor de la computadora para hacerme batallar y como me llevabas el café hasta mi lugar y me pones la piel chinita.
Estos días he pensado que las personas que conoces están ahí como si fueran maestros, como si fueran clases, pero de las divertidas. Toparte ahorita tiene su razón de ser y yo creo que es el aprecio a la vida, a vivir cada momento realmente como propio con la cabeza ahí y en ningún otro lugar. No te vayas hasta que te vayas, hasta que me enseñes a flotar porque ya no me acuerdo, porque se me olvidó por costumbre.
No es romance, no te espantes. Pero de que me gustas me gustas, eso que ni que.

domingo, 6 de mayo de 2012

El amor pasa siempre por la misma calle.



Es como si al salir a la calle, hubiera decidido buscar a alguien. En particular recuerdo que cuando te volví a ver, fue en la calle y lo primero que hicimos fue abrazarnos como si hubieran pasado siglos sin vernos, como un reencuentro de enamorados, como novios que vuelven a verse en la estación de tren después de la guerra. Y nos abrazamos, y nos saludamos e intercambiamos números. Escribiste con letra grande tu nombre en un papelito amarillo y con los números aún más grandes para asegurarte que te llamara. 

- No tengo celular, no me gusta ser localizada tan fácilmente. Le dije sonriente mientras el tecleaba el número de mi casa en su teléfono. Nos despedimos con la promesa de esa llamada y con el corazón brincando como si hubiera corrido diez kilómetros. Por eso digo que los reencuentros en la calle son como viajar, y yo siempre he dicho que el amor es viajar.

sábado, 5 de mayo de 2012

Esta madrugada.


Ha pasado el tiempo, no he dejado ni un momento de pensar en los viejos sueños y en las noches de televisión recostados en el sillón. Ha pasado el tiempo y se ha perdido todo lo que teníamos, ha pasado el tiempo y yo pregunto por ti. Ha pasado el tiempo y he soñado una y otra vez contigo, vienes y te vas. Esta madrugada que parece nunca acabar, esta noche de angustiosa calma. Quédate conmigo hasta que la luz se haga. Ha pasado el tiempo y no sé por qué te cuento esto... ¿será que se ha ido la inocencia que llevo conmigo?.

viernes, 4 de mayo de 2012

Adiós my lover.


Después de todo este tiempo que han parecido siglos, vidas completas, por fin te dejo ir. Ya no te extraño ni te extrañaré nunca. Te quise con toda el alma, te di todo y no me arrepiento. Gracias por tus miradas azules y tus olas de mar. 

Hasta siempre. Y no te molestes en volver.

jueves, 3 de mayo de 2012

Besos, besitos, besos.


Hoy me desperté con ganas de un beso, uno de esos bonitos, largos, lentos, húmedos, de esos que te despiertan sin abrir los ojos, un beso que no diga nada, que no tenga promesas, que no cargue tristeza, ni historia, ni tiempo, sólo muchas ganas. Me gustan todo tipo de besos, de los que guardo en mi recuerdos, de los que añoro, de los que dejé de dar, guardo la magia de los besos de despedida, de esos que saben amargos, que se dan con lágrimas y saben a sal. De ese último beso, que sabes que es el último, o del último que aunque no sospechabas que sería el último, lo fue. 
Sin duda, el más bonito es el primero, ese que no imaginas que ocurrirá, que te llena curiosidad, que no sabes cómo será, ese en el que descubres como besa, el grosor de sus labios, su temperatura, la humedad, y qué decir de los besos que no puedes parar, de los que no te cansas y duran mucho, mucho, mucho tiempo, que te vuelves adicto y necesitas más y más. Los que das cuando prometes, los que das cuando amas, los que das sólo por ganas, los que das cuando alguien te gusta mucho, los de una noche de copas, los de amigos, los de amantes, los de traición. Pero los besos que se dan con desgana, esos deberían de borrarse, deberían no existir, los que das por compromiso, los que das sin sentir. Siempre hay que sentir algo, amor, ganas, curiosidad, gusto, lujuria, ternura, lo que sea pero algo. Un beso sin sentir no es nada. Besar bajo la lluvia, bajo el agua, bajo las sábanas, besar en la playa, en el mar. Besar antes de dormir y besar al despertar. Un beso sabor a chicle, sabor a dulce, sabor a ti. Besos en el coche, besos en la noche, besos robados, besos calmados, besos cortos, besos hartos, besos largos, besos besos, besos, besos.

Y yo aquí sin un beso.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Decisiones.

Un vodka raspberri, dos shots de tequila con su respectivo limón y sal, un par de cervezas y luego un poco de vino, que he de confesar que no me gusta, pero ya no había más bebidas en la mesa: todo ésto para poder decidir cuál iba a ser la bebida de la noche.

martes, 1 de mayo de 2012

Te va a gustar la casa.

Te va a gustar la casa, las paredes blancas, los estantes de libros, libros tuyos, libros míos. Te van a gustar los pies negros de pasearse descalzos por el piso de la cocina, la música de fondo, las ventanas y la televisión prendida cuando nos quedemos dormidos. Te va a gustar la vecina que nos vino a dar la bienvenida y la planta que nos regaló. Te va a gustar el frío colándose por los cristales, el pequeño elevador y la vista de la ciudad desde las últimas escaleras. Te va a gustar el baño, la tina, el azulejo y el espejo despostillado de una orilla. Te va a gustar las repisas e incluso el cajón que no se puede abrir porque se perdió la llave. Te va a gustar el pequeño balcón que da a la calle y a otras ventanas. Adorarás las fotografías y las flores por toda la casa. Te encantará el perchero que ya he colgado en la entrada, un perchero verde y un grabado con tu nombre.